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Lo sentimos, no recomendamos que sirva una tarta de queso que se haya dejado en el mostrador durante un largo período de tiempo. Los alimentos hechos con huevos y leche, como el pastel de calabaza, el pastel de crema pastelera y el pastel de queso, primero deben hornearse de manera segura a una temperatura interna mínima segura de 160 grados F. Luego, deben refrigerarse después de hornear.
Los huevos y la leche tienen un alto contenido de proteínas y humedad y cuando estos productos horneados se dejan a temperatura ambiente, las condiciones están maduras para que las bacterias se multipliquen. No es necesario refrigerar la mayoría de los otros pasteles, galletas o panes a menos que tengan un relleno o glaseado perecedero.
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