La contaminación cruzada ocurre cuando los alimentos cocinados o listos para comer recogen bacterias de otros alimentos, manos, tablas de cortar, cuchillos u otros utensilios. Para evitar la contaminación cruzada, es especialmente importante mantener la carne cruda, las aves, los huevos, el pescado y los mariscos y sus jugos alejados de otros alimentos. Sigue estas pautas.
Cuando vaya de compras, mantenga las carnes, aves, pescados y mariscos crudos separados de otros alimentos en su carrito de compras.
Una vez en casa, almacene carne cruda, pollo, pescado y mariscos en recipientes sellados o bolsas de plástico para que los jugos no goteen sobre otros alimentos. Los pavos y asados grandes deben colocarse en una bandeja o sartén lo suficientemente grande como para atrapar cualquier jugo que pueda gotear.
Compre dos tablas de cortar, si es posible, que sean claramente diferentes entre sí. Designe uno para carne cruda, pollo, pescado y mariscos y el otro para alimentos listos para comer, como panes y verduras.
Coloque los alimentos cocinados en un plato limpio, nunca en un plato sin lavar que se utilizó para contener carne cruda, aves, pescado o mariscos.
No es necesario lavar las aves de corral, carne de res, cerdo, cordero o ternera crudas antes de cocinarlas. Hacerlo representa un riesgo de contaminación cruzada con otros alimentos y utensilios en la cocina. Cualquier bacteria que pueda estar presente se destruye con una cocción adecuada.
