Sabemos que las temperaturas extremas pueden hacer que incluso la gente más alegre se marchite, pero ¿zapatillas deportivas?
Investigadores de la Universidad de Oregón verificaron los cambios en las propiedades de amortiguación y estabilidad en los zapatos que usan los corredores que entrenaron en climas fríos (30 a 35 grados F) y calurosos (90 a 95 F).
En condiciones de frío, las propiedades de amortiguación de las medias suelas moderadamente rígidas cayeron hasta un 50 por ciento, dice el investigador Barry T. Bates, Ph.D. Esto podría significar que se generen fuerzas de impacto hasta 1.5 veces mayores en el cuerpo durante las carreras de invierno en comparación con el verano. Los zapatos con componentes llenos de gel y aire se ven menos afectados por los cambios de temperatura, dice Bates.
En condiciones de calor, la estabilidad del calzado sufrió. Un zapato rígido se volvió más flexible, lo cual es una mala noticia para los muchos corredores que requieren zapatos rígidos para evitar la sobrepronación. Los corredores que se sobrepronan (un pie rueda hacia adentro) a menudo desarrollan problemas en los pies y las rodillas.
Bates aconseja: "Si corres mucho, eres propenso a sufrir lesiones y vives en un clima con grandes diferencias de temperatura, cambiar las estaciones de un tipo de calzado para correr a otro podría prevenir lesiones".
