¿Te has preguntado alguna vez por qué las mujeres mayores parecen mucho más agudas mentalmente que los hombres de la misma edad? No es porque las mujeres vivan más tiempo, aunque en promedio lo hacen, o porque los cerebros de los hombres envejecen más rápido que las mujeres. Los científicos están tratando de llegar al fondo de ese rompecabezas y han descubierto una nueva pista en forma de glucosa.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, en St. Louis, querían aprender más sobre el metabolismo del envejecimiento cerebral. Lo que encontraron fue que, en promedio, los cerebros femeninos tienen un metabolismo varios años más joven de lo que indicaría su edad real. Cerebros de los hombres? Un par de años mayor que su edad real.
El cerebro es un órgano muy exigente, en términos de metabolismo: así de rápido y eficientemente descompone los químicos para usarlos. Lo que el cerebro está descomponiendo es la glucosa, una forma de azúcar, que es energía tanto para los niños pequeños como para todos nuestros cerebros. Una parte de la glucosa del cerebro va a un proceso llamado glucólisis aeróbica, que ayuda al cerebro a desarrollarse, básicamente, lo mantiene joven. Cuanto mayor sea la porción de glucosa que va a eso, más joven podría actuar el cerebro.
Los investigadores en este estudio notaron que el porcentaje de glucosa utilizado para la glucólisis aeróbica se reduce con la edad. Así que evaluaron a 205 personas, con edades comprendidas entre los 20 y los 82 años, y hombres y mujeres, para ver qué pasa con su azúcar cerebral. Se desarrolló un algoritmo utilizando esos datos para descubrir la relación entre los niveles de glucosa y la edad real. Pero hubo una gran variación por género: las mujeres, al parecer, usan más glucosa más tarde en la vida que los hombres.
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Los cerebros de los hombres, desde el comienzo de la edad adulta, parecen ser unos tres años mayores, mentalmente hablando, que los cerebros de las mujeres, y esa brecha simplemente continúa a medida que una persona envejece. Los investigadores se apresuraron a notar, en el comunicado de prensa del estudio, que si bien esta brecha es significativa, no es el único factor que determina la vivacidad de un cerebro.
Aún así, esta investigación se alinea con otros estudios. Este, de 2001, descubrió que las mujeres mayores de 85 años evalúan significativamente mejor que los hombres de la misma edad en las pruebas que miden la velocidad cognitiva y la memoria, a pesar de que los hombres evaluados en ese estudio tenían niveles de educación más altos que las mujeres. Tal vez todo se deba, como tantas cosas en la vida, al azúcar.
