Los océanos del mundo tienen una amplia variedad de colores: el gris acero del Atlántico Norte, la aguamarina salvaje del Pacífico Sur, el verde profundo y helado del Ártico. Una nueva investigación de científicos del MIT sugiere que es probable que esos colores cambien este siglo y se vuelvan más vibrantes, pero no más saludables.
El color del océano está determinado por algunos factores diferentes, sobre todo la profundidad y, bueno, lo que hay realmente en el agua: no peces, ballenas y coral, sino organismos diminutos llamados fitoplancton. El fitoplancton son criaturas microscópicas que viven en la capa superior del océano iluminada por el sol. Absorben la luz y usan clorofila, como las plantas, para convertir eso en energía. Al igual que con las plantas, a la clorofila le gusta absorber especialmente las partes roja y azul del espectro de luz, por lo que lo que vemos es lo que rebota, las sombras del arco iris que el fitoplancton no usa: verde.
Hay diferentes especies de fitoplancton que viven en diferentes áreas. Las aguas muy frías alrededor de los polos norte y sur tienden a ser muy ricas en fitoplancton, dando a ese océano un tono verde; En algunas partes de los trópicos, otras especies de plancton prosperan, dando un aspecto más turquesa que aguamarina. En las áreas intermedias, en su mayoría, el océano es azul, excepto cuando eventos climáticos como El Niño traen olas de nuevos nutrientes y causan la proliferación de algas.
La nueva investigación se basa en trabajos anteriores que encontraron que los niveles de fitoplancton en los océanos del mundo están disminuyendo drásticamente debido al aumento de la temperatura de los océanos. Un estudio de 2010 informó que los niveles de fitoplancton han bajado un uno por ciento cada año desde 1950. (Las mediciones precisas de los números de fitoplancton tienden a variar según el estudio; es difícil contarlos).
Este estudio analiza específicamente cómo cambiarán los colores del océano como resultado de una disminución en el fitoplancton, y descubrió que las áreas azules se volverán más azules y, por lo tanto, más muertas. Las temperaturas más cálidas cerca de los polos pueden causar nuevas floraciones de algas, lo que resulta en un color verde más intenso.
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Esto es preocupante para la salud de todos los océanos del mundo. El fitoplancton es una base de la cadena alimenticia oceánica, y se los comen el krill y otras criaturas pequeñas, así como las grandes ballenas. Los océanos más azules significan menos fitoplancton, lo que significa menos vida, en general. Los colores cambiantes pueden ser bonitos de ver, pero no es algo por lo que desear.
