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"¿Qué debo hacer cuando mi hijo no coma lo que preparo?" pregunta la madre de Bobby. "¿Cómo debo manejarlo cuando mi hija discute conmigo?" pregunta el padre de Alicia.
Al igual que la madre de Bobby y el padre de Alicia, la mayoría de los padres creen que la técnica es la clave para una disciplina exitosa. Piensan que así como hay un medicamento para combatir la gripe y otro para curar una erupción cutánea, hay diferentes métodos para tratar diferentes problemas de comportamiento. Les sorprendería saber que la autoconfianza, no el método, es la esencia de una disciplina exitosa.
En efecto, los padres seguros de sí mismos les dicen a sus hijos: "Harán lo que les digo, no porque les prometo un juguete nuevo, o pongan estrellas en las listas, o los amenacen con una paliza. Harán lo que les digo porque les digo "
Cuatro pequeñas palabras
Desafortunadamente, hay un gran malentendido acerca de esas cuatro palabras anticuadas. Muchas personas los consideran represivos, incluso potencialmente dañinos. Pero los padres seguros de sí mismos no impiden que sus hijos expresen opiniones. Tampoco prohíben el desacuerdo. Se dan cuenta de que los niños no estarán de acuerdo con muchas de sus decisiones. Están dispuestos a hablar, pero no a discutir, sobre sus reglas y expectativas. Sin embargo, cuando todo está dicho y hecho, una cosa queda clara: los padres toman las decisiones finales y los niños deben hacer lo que se les ordena.
Cuando los padres no logran establecer esta comprensión, los problemas de disciplina son inevitables. Ninguna técnica funcionará en manos de un padre que carece de confianza en sí mismo. En este caso, una nueva técnica podría enviar a un niño que se porta mal al "retiro" por un tiempo, pero tarde o temprano el niño verá que, si bien el método puede haber cambiado, el padre no lo ha hecho. En este punto, el método dejará de funcionar. Cuando actúes con confianza, solo tendrás que usar métodos disciplinarios específicos ocasionalmente. La mayoría de las veces, una palabra o dos, o incluso una apariencia determinada, son suficientes para resolver el problema en cuestión. Además, cuando sienta la necesidad de más que palabras, casi cualquier método funcionará.
Padres poderosos
Los padres seguros de sí mismos muestran los siguientes rasgos:
- Comunican sus reglas claramente.
No "andan por las ramas" cuando se trata de lo que esperan. No suplican, sobornan ni amenazan. Simplemente y directamente, les dicen a sus hijos lo que pueden hacer, no pueden hacer y deben hacer.