Hogar Salud-familia Cuándo compartir cuentas corrientes | mejores casas y jardines

Cuándo compartir cuentas corrientes | mejores casas y jardines

Anonim

Cuando se dividen las responsabilidades financieras, no existe una buena fórmula general, dice Adriane G. Berg, autora de Cómo dejar de pelear por el dinero y hacer algo: una guía para la armonía personal y el éxito financiero . "Hay que saber qué se siente justo. Si se siente justo, está bien", señala Berg.

Ese consejo es válido cuando se aborda el tema de cómo organizar las cuentas corrientes. Por un lado, mantener todo separado, un enfoque más común entre los recién casados ​​con carreras establecidas, le permite a cada pareja mantener la independencia financiera, una necesidad que resuena especialmente con las mujeres, pero puede crear dolores de cabeza y pagar dolores de cabeza. Probablemente no funcionará si un compañero es despedido o deja de criar a los hijos. E incluso puede generar tensión si los cónyuges mantienen inversiones que crecen a tasas muy diferentes.

Por otro lado, agrupar cada centavo, como las parejas más jóvenes son más propensas a hacer, simplifica el proceso de pago de facturas, pero también puede ser incómodo, dejando a las parejas sin suficiente autonomía. "Está bastante claro que todos necesitan algo de dinero que puedan llamar suyo, incluso si es solo para sorprender a su pareja con un regalo", dice Berg.

Cada vez más parejas prefieren alguna combinación de los dos sistemas: cree una cuenta conjunta para la compra de alimentos, alquiler, etc., y dele a cada socio un dinero para gastos individuales. Esto podría ser en forma de una asignación, tarjeta de crédito o cuenta corriente separada.

Elegir esta opción requiere una comunicación abierta entre los socios. Por ejemplo, ¿deberían usted y su cónyuge depositar sus cheques de pago directamente en su cuenta conjunta y retirar sus fondos personales una vez al mes más o menos, o deberían mantener sus cuentas individuales y pagar en la cuenta conjunta?

Si uno de ustedes gana el doble que el otro, puede decidir que esa persona debe pagar el doble en la cuenta conjunta para cubrir los gastos del hogar. Pero tal vez equilibre las cosas de otra manera, en cómo comparte las tareas domésticas, por ejemplo. Solo tenga en cuenta que negociar sus ingresos y pagos puede afectar emocionalmente el equilibrio de poder en su relación. Así que escúchense y no intenten encontrar soluciones rápidas. Asegurarse de que ambos sientan que su sistema es el correcto ayudará mucho en su matrimonio.

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